martes, mayo 01, 2007

la gitana dormida


Persigo un fin. Busco a la muerte en el laberinto de los días, sabiendo que nada voy a encontrar peleando contra el olvido. Solo a veces, con el aliento suspendido, veo la sombra de una bestia escabullirse y me lanzo sobre el abismo de la esquina. Nada, solo el camino y la búsqueda de lo intangible. Aire

Levanto la cabeza, remonto el alma al cielo, los ojos cerrados para sentir la humedad sobre la hierba seca, el olor de la herida recién abierta, espero una señal en mi pecho para inclinarme a beber para siempre sobre la gitana dormida. Agua

Sueña flores que se abren a su paso, torbellinos que levantan hojas y la envuelven, sueña la mirada atenta de una sombra que da sentido a su belleza y despierta ejércitos dormidos en su espalda. Fuego

Repicando sobre el llano van jinetes a la Luna, entre tambores celestes y refucilos se desata sobre nosotros, pesada, de hierros y demonios la tormenta disuelve la sal de nuestros cuerpos llevándola en brazos hacia el seno de una madre que nos vera renacer un día, quizás, ante el paso de una gitana. Tierra.